Conversaciones con Charles

Voz en off: Sobre el video del reflejo de una estructura metálica en el agua, aparece el siguiente texto: Conversaciones sobre el progreso con becarios Pro. Promesa. Protagonistas. Profesionales.

Capítulo 5. Charles. El vídeo avanza con imágenes de Charles bajo un filtro rojo y funde a blanco para dar paso a su entrevista.

Charles Fotso, Becario Santander, es entrevistado por Javier Roglá, director global de Santander Universidades. Ambos solos en una sala, sentados frente a frente en un sofá rojo, dan comienzo a la entrevista.

Javier Roglá: Charles, bienvenido a la Ciudad Financiera.

Charles Fotso: Muchas gracias. Es la enésima vez que vengo aquí y ya estoy casi como en casa.

Javier: ¡Casi como en casa! Bueno, es un placer tenerte cada vez que vienes.

Charles: Sí, un placer.

Javier: Oye, quería preguntarte por tu historia. Cuéntame quién eres. Cómo has llegado hasta aquí…

Charles: Pues soy Charles Fotso, ahora tengo 31 años. Nací en Camerún, de una familia que llamaría, comparado con lo que tenemos aquí, “supranumerosa”. De los hijos de mi madre, yo soy el tercero que ha llegado aquí a Europa. El primero se llama Roger, vino antes pasando por Ceuta y Melilla, como viene mucha gente últimamente, y una vez aquí hizo venir a mi hermano, que es también albino como yo, y los dos hicieron un trato: Si yo acababa el bachiller con una buena nota, harían lo posible para que yo viniera. Y así acabé aquí en el 2005, en este país tan maravilloso que me ha tratado muy bien, que es España.

Javier: A mí lo que me sorprende y me admira es tú en tres años hiciste la Selectividad, aprendiste el idioma y te sacaste un Ciclo Formativo de Grado Superior. Y luego continuaste con la idea que tenías, es decir: “Oye, yo he venido aquí a sacarme una carrera a la vez que trabajo y me voy a sacar una carrera universitaria”. ¿Qué te movía? Aparte, digamos, de la idea con la que habías venido, pero ¿qué es lo que te permitía continuar y no acomodarte, no rendirte?

Charles: De pequeño, en la escuela casi infantil, a primeros de primaria, un profesor mío me dijo: “Pero ¿tú qué vienes a hacer aquí? Tú lo que tienes que hacer es irte a mendigar y ver si alguien te… Porque tú no vales, tú no puedes hacer nada”. Entonces esto cuando lo digo todavía me cuesta decirlo y pensarlo, pero me lo dijo una persona que se supone que era un maestro, que se supone que me iba a ayudar a avanzar. Entonces con este plan siempre me planteo: “¿Cabe margen de mejora? ¿Cabe margen de serle más útil a mi gente, a mí o a la sociedad?” Si cabe este margen, si la respuesta es sí, voy para adelante.

Javier: ¿Cuándo nos conoces? ¿Cuándo conoces al banco, a la Fundación Universia?

Charles: Cuando, a través de una feria de empleo para personas con discapacidad, yo me apunté a una oferta de prácticas que era del Banco Santander España, digamos, que se llamaba Santander Summer Experience.

Javier: ¿Hiciste las prácticas en verano en una oficina?

Charles: Sí, la práctica la hice en varias oficinas de Banco Santander en Madrid. Y muy bien porque esto supuso para mí un salto cualitativo tremendo, dentro de mi espíritu de mejora continua. Así que esta práctica me ayudó a demostrarme a mí mismo que podía incluso más de lo que yo ya pensaba, y eso supuso para mí un punto de inflexión a mejor.

Javier: ¿Cómo siguió? Hiciste la práctica de Summer Experience y luego hemos seguido…

Charles: Sí, después del Summer Experience tenían otro proyecto que si estaba interesado me apuntarían. Y, en este caso, era Private Banking Experience.

Javier: ¿Y esto a la vez que estudiabas, Charles?

Charles: A la vez que estudiaba, sí, por supuesto, porque nunca he parado de estudiar desde que llegué a España prácticamente.

Javier: Charles, ¿piensas algún día en volver a Camerún o tu futuro lo ves en España?

Charles: Soy padre de cuatro criaturas maravillosas y estoy casado con una mujer espectacular, vivimos todos aquí en Madrid y estamos muy a gusto. No me veo ni a mí ni a mis hijos en otro sitio ahora mismo que no fuera aquí o cerca de aquí.

Javier: No mucha gente conoce la situación de los albinos en África. No sé si te gustaría compartir cómo fue, que situación… No sólo en tu caso, sino en otros casos se dan.

Charles: Una persona con albinismo en África no es una persona normal, entre comillas. Es una persona que se suele tratar de una forma, en algunos casos muy mal y en algunos casos menos mal, pero siempre diferente.

Voz en off: Se muestran imágenes de personas albinas en África de diferentes edades, niños, adultos y ancianos y en distintas situaciones cotidianas.

Charles: En mi caso, he tenido las dos experiencias: algunos me consideraban como un como un ángel y me trataba como tal, y otros era al contrario, que me consideraban un espíritu maligno, un demonio, que ha vuelto de los infiernos y me trataba como tal. En otros países como en Tanzania o en Malawi se les considera como un amuleto con el que se pueden conseguir cosas en la vida. Allí hay una caza de personas albinas, se le cogen de las piernas, los pelos los mutilan, los matan… para con esa parte mutilada hacer brujería con la creencia de que les serviría para ganar las elecciones o tener éxito en los negocios… cosas así.

Javier: Cuando piensas en niños que están en la situación que tú estuviste en tu infancia, ¿qué te hubiera ayudado y te gustaría compartir con personas que puedan estar en la situación que tú estabas?

Charles: Esto empieza por dentro: puedes tener un entorno más o menos hostil a ti pero, como no empieces tú por ti mismo en creer en ti… A esta persona o este niño le diría: “Cree en ti”. Una persona con limitaciones tiene que hacer el trabajo propio de análisis interno, de ser consciente de sus posibilidades, de sus limitaciones, y a partir de ahí plantearse sus objetivos e ir a por ello.

Javier: Charles, un placer, de verdad. Muchas gracias por compartir tu historia. Estoy convencido de que las personas que te escuchen van a conocer una historia de superación, de progreso, y espero que sigamos colaborando mucho tiempo.

Charles: El placer es mío, es un honor que me hayáis invitado a contar mi pequeña historia. Ojalá sirva de algo, seguro que sí, y estoy a disposición de la entidad para lo que lo que haga falta.

Javier: Muchas gracias, Charles.

Charles: A vosotros.

Voz en off: ¿Y tú? ¿Quieres ser un becario Pro?

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